B. MUNAR
Un hombre de 65 años murió ayer en la playa de es Canar, en el municipio de Santa Eulària. Al parecer, según informó la Policía Local, el hombre empezó a gritar desde el agua y tres jóvenes que no eran socorristas fueron en su búsqueda para salvarlo, pudiendo sacarle del agua aún con vida. Sin embargo, en la arena los efectivos desplazados en una UVI móvil no pudieron hacer nada para reanimarle.

El incidente tuvo lugar sobre las 12.00 horas y a las 13.00 horas se testificó la muerte. No se sabe la nacionalidad ni el nombre del fallecido debido a que iba sin documentos y nadie de la zona lo pudo reconocer.

Este es el tercer ahogamiento que se produce en la zona de Santa Eulària en menos de una semana: un niño de 11 años en la tarde del viernes frente al hotel Algarb y un hombre de 42 años que falleció el pasado lunes en la playa de es Figueral. Según el coordinador de playas de la Cruz Roja, Lucas Del Bon, se trata de algo sin precedentes: «Estoy alucinando porque no ha habido ningún temporal fuerte. Yo pienso que ha sido el azar, porque en los últimos dos años no ha habido accidentes en la zona», comentó sorprendido.

La única playa de Santa Eulària que tiene socorristas es Cala Nova. En ella están trabajando dos vigilantes desde hace cuatro años con una embarcación semirígida. «En las demás no hay socorristas porque los ayuntamientos no aceptaron el costo del servicio», explicaba ayer el coordinador de playas.

Santa Eulària no es el único municipio de la isla donde hay falta de efectivos para la seguridad de los bañistas, ya que, según informó Del Bon, se trata de un «problema generalizado» que afecta a toda la isla, ya que en Sant Joan esta temporada no hay ningún vigilante al cargo de las playas.

Las playas de las Pitiüses están vigiladas por un total de 35 socorristas, dos más que la pasada temporada, repartidos en todo el litoral pitiuso. Los vigilantes iniciaron su tarea a mediados de junio y estarán trabajando hasta el 15 de octubre.