Annie Fetzer, en la imagen pequeña, ha pedido a la delegada del Gobierno más control en la Plaza del Parque. Foto:V. FENOLLOSA

«Algunos clientes se levantan de la mesa y se van sin pagar porque les ha asustado la pelea de turno». Annie Fetzer, responsable del Hostal El Parque, está tan cansada de estos problemas que el otro día decidió recoger firmas entre sus colegas de la Plaza del Parque para tener argumentos con los que pedir una cita a la delegada del Gobierno, Marienna Sánchez-Jáuregui. «Me dijo que sí, que nos va a recibir. Lo que nosotros queremos es más control, más policía, porque la plaza está muy bonita, pero por la noche el follón es impresionante», explica Fetzer.

Las cuatro esquinas de la plaza, desde por la mañana, están ocupadas por jóvenes y no tan jóvenes que organizan su pequeño botellón. A mediodía pulula algún que otro yonkie por la zona, pero por la noche aparece «la postal del verano». Esta es la frase de Mónica Moreno, del Herry's Bar, para definir la estampa: yonkies con sus perros, litronas, tragafuegos, músicos ambulantes...

«El otro día un cliente estaba comiendo, giró la cabeza un segundo y le robaron la cartera de encima de la mesa», recordó Mónica. «Cada día está peor. Los yonkies discuten y gritan y están todo el tiempo con sus perros. La gente se queja mucho y, lógicamente, ya no quieren venir con los niños».

La solución no es sencilla, porque el «problema de los yonkies no se puede arreglar sólo con medidas policiales», explicó ayer el concejal de Gobernación del Ayuntamiento de Eivissa, Leopold Llombard, que considera que a los heroinómanos «no se les puede aplicar las mismas normas que a los demás», ya que su drogopendencia les convierte en enfermos. Con el fin de buscar soluciones menos coyunturales que encerrar a los yonkies en el calabozo durante una noche para que no den tanta guerra, Llombard ha convocado una reunión en la que participará la Policía Local y los servicios sociales municipales y tal vez también los insulares. «En general, los yonkies no son violentos, pero sí insultan y molestan», apuntó Llombard.

«Un poco agresivos»
Pero no opina lo mismo Vicki Moreno, del bar Madagascar. «Los yonkies se están rayando, están un poco violentos, insultan y molestan a los clientes», denunció. «No les sienta nada bien que les digamos que se vayan y se sientan desde las 8 de la mañana con la cerveza y el vino y lo ensucian todo».

Los comerciantes quieren más policía. Tan sólo un agente de la Comisaría Local se encarga de patrullar en la Plaza del Parque y, además, también se debe encargar de controlar el tráfico en Vara de Rey.

Llombard considera que la única forma de que la Plaza el Parque sea el punto de encuentro de la ciudad que se supone que debe ser es que «todo el mundo ponga un poco de su parte». Es decir, que los bares de la zona también cumplan con sus obligaciones y cumplan las ordenanzas municipales, ya que varios vecinos se han quejado de que algunos de los establecimientos tienen la música muy alta y hasta demasiado tarde.