La Audiencia Provincial ha impuesto una pena de tres años y medio de cárcel a los cuatro senegaleses que fueron juzgados el pasado 20 de mayo acusados de tráfico de drogas en una visita celebrada durante la anterior visita del tribunal a la isla.

Los cuatro acusados, que en el día del juicio negaron todos los cargos, se enfrentaban en un principio a una pena de seis años de cárcel solicitada para cada uno de ellos por el ministerio público.

El grupo fue detenido como consecuencia de uno del múltiples servicios de patrulla y control de «zonas calientes» que llevaron a cabo agentes del Grupo de Investigación Fiscal y Antidrogas (Gifa) en agosto de 2001. Los guardias que intervinieron en este operativo sospecharon del grupo en una de estas vigilancias casuales que se realizaba en el Paseo Marítimo y se percataron de que estaban abordando a los turistas. Sus suposiciones se confirmaron tras encontrar junto a ellos, entre unas piedras, una bolsa que contenía más de cien gramos de hachís, otros ocho de marihuana, tres de cocaína y unos sesenta comprimidos de éxtasis.

La intervención tuvo lugar después de que uno de los agentes escuchara como uno de los africanos pronunciaba la palabra «hachís». Tras acercarse a ellos, los agentes vieron, además, cómo tiraron droga al suelo.