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Dos vecinos de sa Penya, una pareja de hermanos relacionados con los clanes de la droga, aceptaron ayer cumplir una pena de tres años de cárcel y pagar 2.100 euros ante la Audiencia Provincial. Francisco R.M. y su hermana Amalia fueron detenidos el pasado mes de mayo en una redada que llevó a cabo la policía dentro del barrio y que contó con una fuerte oposición de conocidos de los sospechoso, domiciliados en la calle Alta.

Los dos juzgados, que en un principios se enfrentaban a penas de seis años de prisión, estaban considerados entonces por la policía como unos de los principales vendedores de droga entre los toxicómanos que acudían a sa Penya. La redada se saldó con el decomiso de ciento cuatro gramos de hachís, 27 de cocaína y tres de heroína, cantidades que ya estaban dispuestas para su venta.