Agentes de la Policía Local de Eivissa mostraron ayer su malestar
por el hecho de que el policía nacional detenido por agredir a un
agente municipal continúe de servicio. El inspector jefe Manuel
Ayala, máximo responsable de la Policía Local, declaró ayer:
«Comprendo el malestar de los policías, pero es la Justicia quien
debe encargarse de resolver este asunto». «Mientras», continuó
Ayala, «todos estamos a la espera de la respuesta de Madrid a la
petición del comisario Angel Marí [jefe del Cuerpo Nacional de
Policía en Eivissa]».
A raíz de la presunta agresión que cometió este policía nacional
contra un joven agente de la Policía Local, a quien dejó sin
sentido, Angel Marí retiró la placa y el arma al detenido y pidió
-según sus propias palabras- a la Dirección General de Policía en
Madrid que suspendiera de forma cautelar a este policía hasta que
los juzgados se pronuncien.
Sin embargo, el silencio administrativo obligó al comisario a
devolver placa y arma al presunto agresor y a restituirle en su
puesto 24 horas después de haber tomado la medida cautelar. Los
hechos ocurrieron el pasado día 17. Según la Policía Local, el
agente detenido estaba bebido y lanzó una patada al cuello del
policía municipal tras una disputa. Éste se golpeó contra el marco
de la ventana de un turismo y cayó al suelo desmayado. Por su
parte, el Ayuntamiento de Eivissa, que pidió la expulsión del
agente del Cuerpo Nacional de Policía a causa de esta supuesta
agresión, se pronunció ayer en el mismo sentido que el inspector
jefe Ayala y se dijo que deben ser los tribunales quienes deben
tomar decisiones acerca de este asunto. El caso está en manos de
los juzgados de Eivissa.
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