El robo tuvo lugar a primera hora de la mañana en la parada de autobuses de la calle Isidoro Macabich.

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El presunto ladrón, un onubense de 40 años con múltiples antecedentes por robo y, al parecer, también por tráfico de drogas del que la policía sospecha que había venido a la isla a 'hacer la temporada', cayó en la trampa que le supo tender un veterano de la Policía Local de Eivissa que estaba fuera de servicio y que fue testigo del hurto. De nada le sirvió la loca carrera que emprendió después de que supuestamente hubiera introducido su mano en el descuidado bolsillo de un turista alemán de avanzada edad que iba a coger un autobús en la parada de Isidoro Macabich cuando eran poco después de las nueve y media de la mañana. Todo para apoderarse de una cartera que sobresalía del bolsillo y que contenía un billete de 20 euros y dos y medio mas en calderilla. El ladrón se dio a la fuga mientras la víctima caía al suelo. El oficial de la Policía Local supo adivinar la trayectoria de la carrera que emprendió el delincuente y se cruzó oportunamente en su camino sin que éste sospechara que iba a ser interceptado en la misma calle que lleva al retén del 092. «Ni siquiera lo vi», reconoció ayer tarde en el juzgado el detenido.Tras apresársele, otros dos agentes de servicio trasladaron al acusado a Comisaría.

Allí la Policía Nacional vio que el delito podía ser 'tramitado' por la nueva normativa de juicios rápidos y de ello informó al juzgado de Instrucción numero 4, ayer de guardia.

La responsable de este juzgado, la juez Susana González, junto con la toma de declaración de la víctima, citó a las cinco de la tarde al detenido y a su abogado (en este caso de oficio), así como a todos los testigos y al fiscal para su comparecencia. El caso no fue considerado de delito y se clasificó de falta (penado con arrestos y multa), fijándose para hoy el juicio. El acusado quedó libre y está obligado a presentarse esta mañana en el juzgado para que se pueda dirimir su causa.