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Un vecino del término municipal de Sant Antoni estará un año sin carnet de conducir y tendrá que pagar 600 euros de multa después de que ayer aceptara esta condena por un juicio que sobrevino después de que el propio acusado entrara completamente borracho de madrugada en el párking del retén de la Policía Local. Su estado era tal que ni siquiera pudo soplar. Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del pasado día 7 de septiembre. El acusado señaló durante la causa que tenía un coche detrás y que hizo esta maniobra con la única intención de dejarlo pasar porque le estaban echando luces para adelantarle. Fue así como los agentes de la Policía Local que esa noche estaban de servicio se encontraron de pronto con que llegaban dos coches sin identificar y que uno de los conductores se bajó inmediatamente para señalar que el que le precedía venía haciendo maniobras antirreglamentarias por la carretera. Las sospechas se confirmaron cuando los policías se acercaron al otro vehículo y vieron el estado en que se hallaba su único ocupante.

Según el conductor que entró detrás del que llevaba el acusado, el Renault Clio que iba delante desde Sant Rafel estaba continuamente circulando por la izquierda y haciendo peligrosas 'eses'. Las comprobaciones que llevaron a cabo los agentes de guardia se verificaron cuando pidieron al conductor sospechoso que se bajara del vehículo y vieron que éste, aparte del fuerte olor a alcohol que desprendía, tenía extremas dificultades para salir y mucho más para caminar. Al parecer, hasta tres veces se intentó que pudiera realizarse la etilometría pero ello fue imposible porque el acusado no tenía fuerza para soplar.