Juan Merino y John Alvaro Ordóñez, quienes denunciaron el 22 de enero malos tratos, fueron absueltos.

«Sin haber hecho nada estoy preso, estoy golpeado y estoy arruinado. Nunca antes me había pasado nada ni había tenido problemas con un juzgado. Sólo espero que se haga justicia conmigo».

Este fue el alegato final de Manuel Alcibíades R. Ch., el único de los cuatro ecuatorianos sobre el que pesa algún cargo después de que todos ellos, detenidos por la policía el pasado mes de enero tras implicarles una mujer un atraco a mano armada en ses Figueretes y quienes tras cinco días de arresto decidieron denunciar haber sido víctimas de malos tratos , fueran ayer juzgados.

Todos saldrán absueltos de robo después de que el fiscal retirara la acusación ante la falta de pruebas, circunstancia que se aunó a la ausencia de la presunta víctima. El ministerio público, sin embargo, optó por mantener la acusación por un delito de lesiones contra Manuel Alcibíades R. Ch. y pedirle una pena de dos años y seis mese al entender que cortó en una mano a la denunciante.

«Eso no es cierto. Ninguno llevamos cuchillo. A esa mujer la conocía porque me hizo un día una proposición sexual», explicó.

Los cuatro acusados, todos ellos 'ilegales' y dos de los cuales presentaron la denuncia contra Comisaría, explicaron que fueron víctimas de una trampa después de que la denunciante se abalanzara sobre el coche en el que iban diciéndoles que estaban asaltando a un compatriota suyo. «Al salir nos vimos de pronto rodeados por seis magrebíes. Nos pararon para hacernos robar», declararon. Según la defensa, además, la herida pudo ser causada involuntariamente por una cédula que llevaba en la mano Manuel Alcíbiades R.Ch.