Alfred Sirven, en el momento de ser trasladado a Francia desde Filipinas en 2001.

Una farragosa red de corrupción en el seno de la ex petrolera pública francesa Elf ha comenzado a ser juzgada esta semana por un tribunal de París, ante el que comparecen 37 sospechosos de haberla engrasado o enriquecerse a golpe de comisiones. Precisamente, uno de los principales encausados, Alfred Sirven, quien fue director de asuntos generales de Elf, deberá responder de su enriquecimiento personal a través de comisiones fraudulentas y que llegó a manejar hasta 173 millones de euros en sus cuentas cifradas que poseía en diversos países. De este dinero, parece ser que Sirven empleó casi un millón y medio de euros para adquirir una lujosa vivienda en Eivissa. Una acusación prácticamente idéntica pesa sobre el ex diputado europeo liberal Yves Verwaerde.

Pero no fueron las únicas maniobras inmobiliarias realizadas por Sirven con cargo a ese dinero. Tal y como publica el rotativo galo «Liberation, Sirven también empleó más de dos millones y medio de euros para un pequeño castillo en Chinon. La sala XI del Tribunal Correccional de París tiene hasta el 9 de julio para examinar cómo un sistema de comisiones, puesto en marcha por el general Charles de Gaulle, pudo dar lugar a enormes irregularidades contables y a lo que la prensa francesa ha dado ya en llamar «el golpe del siglo» XX. El tribunal tiene ante sí la difícil tarea de desenmarañar la gran telaraña tejida en torno a las finanzas de Elf bajo la presidencia entre 1989 y 1993 de Loik Le Floch-Prigent y por la que se desviaron cientos de millones de euros en perjuicio de la petrolera.

Nombrado por el presidente socialista François Mitterrand (1981-1995), Le Floch-Prigent (59 años), que se dice víctima de un enorme complot, se erige en uno de los principales protagonistas de este juicio, junto a Sirven (76) y el ex director de hidrocarburos y «señor Àfrica» del grupo André Tarallo (75).

Los tres, y los otros 34 procesados por presunto abuso de bienes societarios, se enfrentan a penas de cinco a diez años de prisión. Le Floch-Prigent, que no se presentó el pasado lunes a la apertura del juicio debido a su frágil estado de salud (sufre de depresión y una psoriasis), y Sirven son los únicos que comparecerán detenidos, pues cumplen penas de dos años y medio y tres años de prisión, respectivamente, por un caso de corrupción de Elf ligado a la ex amante del ministro socialista de Exteriores Roland Dumas.