La Audiencia Provincial ha impuesto una pena de seis años de cárcel a una mujer de nacionalidad colombiana que fue juzgada en Eivissa días atrás y que tuvo que sentarse en el banquillo acusada de actuar como 'correo' para una red colombiana que tenía contactos en Sant Antoni. La sospechosa fue apresada por la Guardia Civil en un control rutinario tras haber desembarcar el pasado 11 de enero procedente de Denia y descubrírsele en una identificación que portaba casi un kilo de hachís.

Sandra Liliana García Rodríguez alegó ante el tribunal que era consciente de que llevaba algo que tenía que ser «ilegal» pero eligió esta opción «por dinero» antes que la prostitución por la premura que tenía de enviar ayuda a sus hijos y a su familia, residentes aún en Sudamerica.

La Audiencia Provincial, sin embargo, no considera acreditado que la sospechosa sufriera estado de necesidad alguno y valora, por el contario, que la propia mujer reconoció saber que llevaba algo que probablemente era droga sin que mediara presión para intentar este «negocio».

En este sentido el ponenete de la sentencia aclara dentro del texto que «el desconocimiento de la sustancia realmente transportada, que es consecuencia de la indiferencia del autor, no excluye el dolo, cuando es posible afirmar que la acusada nada hizo por conocer la sustancia transportada».

A ello se añade que «en estos casos el autor solo tiene una duda, pero no obra por error o ignorancia, pues de todos modos, sabe que los hechos pueden ser diverso, y, sin embargo, nada hizo para despejar tal duda. Por lo tanto, el autor sabía que estaba cometiendo un delito más aún cuando la droga se encontraba envuelta con cinta de plástico que con sólo tocarla se hubiera percatado de que llevaba una sustancia en polvo».