La juez del juzgado de Primera Instancia número 5 vio ayer la causa
contra dos agentes de la Policía Local de Eivissa acusados de ser
los autores de un robo de material de buceo en una nave industrial
de Can Bufí. Escuchadas las partes en el juicio, el fiscal decidió
finalmente solicitar la absolución de los encausados, al considerar
que «no quedar acreditado que los policías locales sustrajeran
dichos efectos».
Los hechos se remontan a la madrugada del día 17 de octubre de
2001 cuando, según los demandantes, una patrulla de la Policía
Local entró con una furgoneta en la nave en la que guardaban una
barca y material de buceo. Según declararon ayer, los dos policías
permanecieron durante algo más de una hora en el interior del
recinto, en el que también se ubica una empresa de transportes, y
transitaron por él ayudándose con la luz de las linternas.
La presencia de los agentes quedó corroborada por la filmación
de las cámaras de seguridad, aunque las imágenes grabadas,
recordaron en el juicio, apenas permiten ver a dos figuras y los
haces de luz de las linternas. Al mediodía del 17 de octubre, los
tres demandantes (uno de los cuales no se personó ayer en el
juicio) descubrieron que les habían sido sustraidos dos trajes
completos de buceo seminuevos, así como una caja de herramientas,
un cinturón de plomo y unas linternas, artículos que los
demandantes sostienen que fueron sustraidos por los agentes.
La explicación de lo ocurrido ofrecida por los policías
(expedientados por estos hechos en el cuerpo municipal a la espera
de la resolución judicial) fue radicalmente opuesta. Reconocieron
haber estado en la nave sobre las tres de la madrugada del 17 de
octubre, pero negaron las acusaciones.
Los imputados coincidieron al señalar que llegaron al lugar
persiguiendo a un motorista al que se dio el alto y huyó. Al
sospechar que pudo haberse ocultado en la nave, procedieron a
inspeccionarla, según su testimonio. El largo espacio de tiempo que
permanecieron allí lo atribuyeron a la búsqueda y a que uno de
ellos extravió allí su placa de identificación.
Asimismo, los acusados aseguraron que la nave solía estar
abierta por la noche y que conocían la existencia de cámaras en la
misma. «Como comprenderá -dijo uno de ellos a la jueza- no voy a
jugarme la carrera por unos equipos de buzo sabiendo que hay
cámaras y que casi no sé nadar».
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