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Ninguna de las fuerzas que actuaron en la extinción de las llamas -bomberos, Guardia Civil y Policía Local- han avanzado cuál pudo ser el motivo de las mismas, pero lo que sí es una evidencia es que el incendio, que dio comienzo sobre la una de la madrugada de ayer, destrozó casi por completo la vivienda, en la cual no había nadie, puesto que sus inquilinos habían partido esa misma mañana de viaje a la península.

Según fuentes de la Policía Local, los vecinos comenzaron a escuchar fuertes ruidos en el piso, situado en la primera planta del edificio Solymar, en la avenida Dr. Fleming, y algunos supusieron que podía tratarse de una pelea. Pero nada más lejos de la realidad. El ruido lo provocaba la fuerza de las llamas destruyendo muebles y reventando cristales.

Unos vecinos se alarmaron al ver salir humo de la vivienda, por lo que dieron aviso a los bomberos, activándose de inmediato las tareas de extinción.

Dos camiones del Parque Insular y cinco bomberos hicieron todo lo posible para reducir el efecto de las llamas, auxiliados por agentes de la Benemérita y de la policía municipal, mientras los vecinos eran desalojados.

Según las mismas fuentes, una señora, aún nerviosa por lo que estaba ocurriendo, aseguraba que había bajado corriendo con su hija desde su propio hogar, situado en el quinto piso.

Los bomberos dieron por extinguido el incendio poco antes de las dos de la madrugada. En el interior de la vivienda todo era un caos. Las llamas dieron cuenta de prácticamente todas las pertenencias de los inquilinos. Por otra parte, el denso humo afectó severamente a los pasillos de la primera planta y a parte de la fachada del edificio.