La Guardia Civil detuvo a un residente de Santa Eulària por el atraco a un taxista.

La agresión por arma blanca sufrida por un turista en la calle de la Virgen por un convicto de homicidio ha sido el último capítulo de violencia que ha sufrido Eivissa. La detención de este sospechoso, que ahora se halla en prisión, se suma a otras cinco practicadas por las fuerzas policiales por robos con intimidación habidas en los primeros días del año en la isla. En el último caso, el habido en sa Penya, la investigación judicial debe dilucidar si el móvil de la agresión se debió a un asunto sexual, como parecía al principio, o si en ello también había intención de roba a la víctima. En total, ha habido tres heridos.

Los dos primeros atracos denunciados sin embargo, se produjeron respectivamente en Santa Eulària y Sant Josep. La Guardia Civil detuvo a un vecino argentino de Santa Eulària acusado de atracar con una pistola a un taxista de Eivissa a la vez que se investigaba un supuesto asalto de dos encapuchados provistos con un cuchillo a la gasolinera de Sant Josep.

El Cuerpo Nacional de Policía, por su parte, detuvo días atrás a cuatro ecuatorianos a los que se les acusa de protagonizar otro robo con violencia del que fue víctima una mujer que caminaba por ses Figueretes. Este último fue especialmente violento ya que los agresores rodearon a su víctima tras bajarse de súbito de un coche, agarrar por el pelo a la mujer y tirarla al suelo no sin antes propinarse un corte con un cuchillo en la mano. Además, dicha persona tuvo que soportar que le amenazaran de muerte, advertencia que presuntamente le hicieron los sospechosos para que no denunciara los hechos. Ninguno de los detenidos tenía sus 'papeles'.