La Audiencia Provincial regresará a Eivissa a final de mes en una visita para la que se han señalado dos casos por tentativa de homicidio y otro por detención ilegal, además de varias causas pendientes por tráfico de drogas. El tribunal también tiene previsto juzgar a los dos magrebíes acusados de desfigurar la cara a un holandés en la puerta de Pachá con un cristal después de que éste les descubriera cuando le robaban dentro de la discoteca.

Por uno de los casos más significativos tendrá que responder Miguel A.M., el hombre que fue detenido por la Guardia Civil a finales de julio de 2000 después de que supuestamente dejara malherido a un hombre de un tiro de escopeta tras protagonizar ambos una riña en un bar de Cala de Bou. El sospechoso no sólo se enfrenta a cargos de homicidio en tentativa sino también a una acusación por amenazas. Según la investigación, Miguel A.M., natural de Mallorca y de 60 años de edad, también coaccionó a una tercera persona que presenció los hechos para que no dijera nada de lo ocurrido.

La víctima recibió un disparo con entrada y salida en la zona lumbar que motivó su ingreso en Can Misses con pronóstico grave. Se da la circunstancia de que esta misma persona también estuvo en Can Misses a principios de ese año por otra herida de bala que sufrió en el abdomen y que según su declaración se hizo tras disparársele una pistola que halló en un contenedor de basura en Can Tomás.

Los dos magrebíes que se sentarán en el banquillo por las graves heridas que sufrió el cliente de Pachá se jugarán penas de 10 años de cárcel que pide cada uno de ellos el fiscal por sendos delitos que se le imputan por robo con violencia y lesiones. Ambos presuntamente formaban parte de un grupo que estaba llevando a cabo hurtos entre los clientes de la discoteca.