Un sospechoso de varios robos este verano en la Marina, en el momento de su detención. Foto: V. FENOLLOSA

La Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía pusieron a disposición judicial durante la temporada turística a un total de 702 sospechosos por la presunta comisión de hechos delictivos, según las estadísticas que barajan los propios juzgados de Eivissa. Más de un tercio de ellos debían de responder de hurtos y oleadas de robos que se les atribuyó fruto del trabajo de investigación de estos cuerpos y del trabajo llevado a cabo por las policías locales de las Pitiüses. 120 de los detenidos fueron por casos de hurtos, 79 por robo con fuerza, 18 por robo con intimidación y una treintena por sustraer coches o motos.

Otra importante parte del cómputo total procede de los dispositivos antidrogas que se resolvieron positivamente. Las cifras hablan por sí solas a la hora de analizar el gran volumen de detenidos que recogieron los juzgados, quienes, a su vez, registraron un total de 9.282 asuntos penales durante sus servicios de guardia. Todas las fuentes relacionadas con materias de seguridad confirman de un modo u otro el aumento de los índices de delincuencia en las Pitiüses.

Una buena parte de responsabilidad en las estadísticas la tienen las bandas especializadas en hurtos procedentes de países del Este, así como las de origen africano y sudamericano. De los 702 detenidos, 467 de ellos eran extranjeros. Otro dato importante que se recoge dentro de este análisis es que en tan sólo los tres meses fuerte del verano las fuerzas policiales llevaron a cabo un total de 330 detenciones que concluyeron con la puesta a disposición judicial del acusado.