La Audiencia Provincia ha impuesto a Germán von Borstel Alvarez- Lavida, el hombre que ante la Guardia Civil y ante el tribunal que le juzgó días atrás confesó ser el responsable del atraco a mano armada habido el 15 de diciembre de 2000 en la sucursal bancaria de la Caixa en Cala de Bou, robo en el que un empleado resultó malherido, una dura condena que incluso ha superado a la solicitada por el fiscal.

El acusado, que en todo momento colaboró con el esclarecimiento de los hechos, una vez que la Guardia Civil le identificó y procedió a su detención, ha sido condenado a diez años y medio de cárcel, un año más de lo pedido por el ministerio público.

Von Borstel, un hombre con problemas de sociabilidad y que el 15 de diciembre de 2000 reconoció haber entrado en el banco y haber robado 133.000 pesetas después de haber disparado contra José Antonio Torres Bonet, el empleado que entonces contaba con 31 años y que se vio sorprendido por un encapuchado armado con una escopeta de cañones recortados y que ocultaba su rostro en un rudimentario pasamontañas.

El fallo del tribunal se distribuye en tres años y seis meses por el delito de robo con violencia, seis por homicidio en grado de tentativa y un año más por la tenencia ilícita de armas que también se le imputaba. La Audiencia, por contra a los establecido por las acusaciones, entiende que no se puede aplicar el concurso ideal en la comisión de los dos primeros delitos, según ha podido averiguar este periódico.

La sentencia, de igual modo, no parece valorar los argumentos del ladrón, persona que guió a la Guardia Civil hasta donde escondía el arma del robo en el momento de su detención en su casa y quien más adelante, durante la causa, declaró que nunca había querido matar al empleado. Había visto películas y cuando disparé sabía que no le iba a matar», dijo durante la vista para argumentar que decidió disparar al ver primero que no se le tomaba en serio y que luego se le hacía frente. Ello lo desmintió José Antonio Torres, quien fue herido grave en un costado y al que la Audiencia le atribuye el derecho de recibir del acusado más de 25.000 euros por los daños y secuelas sufridas.