EFE-GIRONA
El juicio por el secuestro de Maria Angels Feliu iniciado esta semana en Girona ha deparado pocas sorpresas y no ha servido para aclarar algunas de las grandes incógnitas del caso por la negativa de los secuestradores confesos a responder a las acusaciones y porque sólo uno de los 8 procesados ha confesado. Tras tres maratonianas jornadas de juicio, no queda clara la estructura jerárquica del grupo, quién secuestró a la farmacéutica, si se pagó rescate, la relación de Joan Casals y Xavier Bassa con el resto de la banda y los motivos por los que se prolongó 492 días. Los supuestos ideólogos del secuestro, Xavier Bassa y Joan Casals, declararon que si alguna vez hablaron de cometer un secuestro, en presencia de su delator, Francisco Evangelista, fue durante «una noche de copas» y fue producto de «bromas y fantasías». Los supuestos cabecillas de la banda , el policía local de Olot Antoni Guirado y el ex guarda forestal Ramon Ullastre, se negaron a declarar a las preguntas de las acusaciones, se retractaron de parte de sus confesiones, aunque no negaron de forma explícita participar en los hechos, minimizándolos, y denunciaron «coacciones y presiones» policiales y «pactos incumplidos» de la fiscalía. Casals y Bassa también habían denunciado «presiones» policiales mientras que la esposa de Ullastre, Montserrat Teixidor, negó conocer que la farmacéutica estuvo en el sótano de su casa 492 días y dijo que si declaró contra su marido fue porque la «coaccionaron» con quitarle a su hija y enviarla a un centro de menores. El ex futbolista de Torelló Juan Manuel Pérez Funes reiteró su inocencia mientras que el vecino de Camprodón José Luis Paz García «Pato» se negó a responder a las preguntas del fiscal, aunque no negó de forma explícita su participación en la trama. Esta situación ha convertido al carcelero de la farmacéutica Sebastiá Comas «Iñaki» en la pieza clave, hasta ahora, del caso al ser el único de los ocho acusados que ha confesado por completo en la vista e implicar de lleno a Ullastre, a quien culpa de todo. «Iñaki», con sus declaraciones, se ha erigido en la persona gracias a la que, según dice, Maria Angels sigue viva.