El vocal del Consejo General del Poder Judicial durante su reunión con la presidenta Pilar Costa. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

Luis Aguiar de Luque, vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) trajo ayer a Eivissa una propuesta para atender la vieja reivindicación de que Formentera cuente con un juzgado de instrucción con una solución alternativa que posibilitaría la celebración periódica de juicios en esta isla. Ello ha surgido después de que se considere por completo inviable la creación como tal de un juzgado en Formentera por exigir una modificación de la ley actual que regula la administración de justicia.

La medida, que ayer fue expuesta por Aguiar en distintos frentes a fin de recabar opiniones, sería posible siempre y cuando se especializara en asuntos de Formentera uno de los juzgados de primera instancia e instrucción que hay en la actualidad o bien el número siete, previsto en funcionamiento para principios del próximo años. El juzgado elegido celebraría en Formentera los juicios que son de su competencia y atendería allí sus asuntos.

Los jueces de la isla tendrán la última palabra después de que Luis Aguiar les planteara ayer tarde esta posibilidad. Los jueces, reunidos con el vocal en un encuentro que tuvo lugar en el edificio de los juzgados, retrasarán su decisión hasta que el séptimo juzgado sea una realidad y se debatan más detenidamente los pros y los contras en una Junta, según pudo conocer este periódico. El representante del CGPJ comunicó oficialmente este planteamiento horas antes a la Fiscalía de Eivissa, a la delegación del Colegio de Abogados y a la presidenta de Consell Insular. Aguiar indicó que, como los anteriores, había recibido también una impresión positiva de los presidentes del Tribunal Superior de Justicia y de la Audiencia Provincial, Angel Reigosa y Antoni Terrasa, respectivamente.

La viabilidad de la especialización y traslado del juzgado para Formentera no sólo acarrea un problema de tipo material, por la necesidad de nuevas infraestructuras y de índole económico, sino que asimismo conlleva la tarea de buscar fórmulas para el reparto de los asuntos que debe llevar cada tribunal y para poder acometer el turno de guardia, entre otros aspectos sobre los que deben decidir los jueces de Eivissa.