Las autoridades investigan el ataque que causó un herido en la
noche del sábado en Virginia como si pudiera ser obra del asesino
en serie que en las últimas dos semanas ha atemorizado a la región
de Washington. Un hombre resultó herido de gravedad tras recibir un
disparo en un aparcamiento, poco antes de las 21'00 hora local en
Ashland (Virginia), a algo más de 150 kilómetros al sur de
Washington.
La víctima (la doceava del asesino) salía junto a su esposa del
restaurante «Ponderosa Steak House», situado junto a la autopista
95 cuando, mientras caminaba por el aparcamiento en dirección a su
coche, cayó alcanzada por un disparo en el estómago. Se trata de un
hombre de 37 años que fue llevado a un hospital de Richmond, donde
fue operado y se encuentra en estado «grave pero estable», según
las autoridades.
La policía de carreteras de Virginia cortó inmediatamente parte
de la autopista 95, que une a Richmond con Washington, así como las
carreteras 1 y 54, lo que dejó atascados a miles de automovilistas.
La respuesta inicial de las autoridades es similar a la de los
demás ataques del francotirador, ya que hay circunstancias
similares.
«No tenemos ninguna prueba, pero lo tratamos como si fuera así»,
señaló el teniente Doug Goodman, un portavoz de la policía del
condado de Hanover. A pesar de ello, la policía no quiere dar por
hecho que sea un nuevo ataque del francotirador. «No tenemos una
bala todavía, y esperamos a ver si los médicos recuperan algo»,
señaló el jefe de policía del condado de Hanover, Frederic
Pleasants, quien añadió que por ahora tampoco se ha encontrado un
casquillo. Hasta ahora, las balas extraídas de algunas víctimas han
permitido unir la mayoría de los ataques que se atribuyen al
francotirador. La policía interrogó a las personas que había en las
inmediaciones, pero no ha encontrado por ahora a nadie que viera a
ninguna persona o vehículo sospechosos.
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