Un hombre de 40 años, armado con dos pistolas y una metralleta, fue el autor de la masacre cometida ayer en una zona residencial de Chieri, cerca de Turín (Italia), en la que dio muerte a siete personas, entre ellas su ex mujer, antes de suicidarse. Según informó la policía, el homicida es Mauro Antonello, un ex constructor que hace dos años puso fin a su matrimonio tras una borrascosa relación que incluyó diversas denuncias por malos tratos.

Entre las víctimas se encuentra su ex esposa, Carla Bergamin, además de la madre de ésta, una hermana, un hermano y la mujer de éste último. También figuran un matrimonio que residía en una vivienda cercana y una empleada de un taller textil que regentaba la familia Bergamin. Según los investigadores, el homicida, que realizó más de cuarenta disparos, era un coleccionista de armas y poseía los permisos reglamentarios para las dos pistolas y la metralleta.

Añadieron que la hija de Antonello, de siete años de edad, salvó su vida porque pocos minutos antes había abandonado la vivienda a bordo del autobús escolar. Según una primera reconstrucción de los hechos, el asesino, que actuó con gran frialdad y rapidez, llegó poco antes de las 09'00 horas a la vivienda de su ex esposa, que se encontraba a punto de salir en su automóvil y fue la primera en caer bajo sus disparos. Momentos después dio muerte al matrimonio de vecinos, que habían acudido al lugar alarmados.

Luego se dirigió al taller textil localizado en los bajos de la vivienda contigua, donde disparó sobre su cuñado y su concuñada. A continuación dio muerte en el jardín a su suegra y a la empleada. Como punto final de esta orgía de sangre, que no duró más de cinco minutos, se dirigió al interior de la vivienda de su ex mujer y se disparó en la sien. Algunos testigos declararon que el asesino actuaba como si fuera «un Rambo enloquecido». La localidad donde se ha producido la tragedia, Chieri, tiene unos 30.000 habitantes y está situada a 18 kilómetros de Turín.