La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Eivissa, Virtudes Marí, lamentó ayer que el actual equipo de Gobierno hubiera tardado tres años en tomar medidas decididas en sa Penya para luchar contra los narcotraficantes e incluso criticó que «el alcalde Tarrés se escandalizara cuando se realizaron tapiados durante la Operación Esperanza». Marí consideró por ello que «se había llegado tarde al cerramiento» y que era lago que se «tenían que haber hecho mucho antes». La representante popular calificó de «inconexo» que no se estuvieran llevando a cabo actuaciones concreta para luchar contra el tráfico de drogas.

Virtudes Marí hizo también declaraciones en las que se quejaba del «lamentable espectáculo» que había supuesto que vecinos de este barrio hubieran arrancado las primeras vallas puestas y culpó al Ayuntamiento de que nadie se hubiera anticipado a las amenazas vertidas horas antes por personas que anunciaron el inmediato derribo de los cercados. «Todo esto lo que demuestra es que el Consistorio es incapaz de hacer cumplir las medidas que él mismo establece y que debería imponer», señaló.

La citada «Operación Esperanza» se puso en marcha en 1999 después de que el Ayuntamiento, bajo el mandato de Enrique Fajarnés, el entonces director insular, Luis Carlos Fernández Tejerina, y el actual responsable del Comisaría, Angel Marí, acordaran la puesta en marcha del citado operativo para poner fin al dominio de los clanes de la droga.