El mal estado de la Comisaría es evidente en los desperfectos que presenta su fachada en diversos puntos.

Las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía en Eivissa, situadas en el primer cinturón de ronda de la ciudad, se encuentran actualmente en el punto de mira de la Dirección General de la Policía, estamento que, al parecer, está preocupado por las noticias llegadas a Madrid acerca del mal estado de estas instalaciones. Una opinión que fue confirmada hace escasos días por la adjunta al Defensor del Pueblo, María Luisa Cava de Llano, quien pudo constatar las deficiencias de la Comisaría tras visitarla por sorpresa.

El pasado mes de junio, el Sindicato Unificado de Policía hizo pública una evaluación de las dependencias en la que se destacaba que las medidas de seguridad e higiene en la Comisaría «brillan por su ausencia». En el escrito, fruto de una iniciativa provincial en la que se evaluaron las comisarías de Balears, este sindicato criticaba abiertamente el estado de los aseos públicos, cuyo estado es «tan lamentable que el olor que desprende molesta desde varios metros»; la falta de cierres en muchas de las ventanas; la ausencia de extintores manuales de emergencia; la existencia de una sola rampa para minusválidos en la entrada principal, sin tener en cuenta las dependencias del DNI, y las goteras que se producen en caso de lluvia.

De hecho, fuentes del sindicato apuntaron a este periódico que tras la presentación del documento se iniciaron unas obras en el tejado de la Comisaría para atajar dichas goteras, aunque, tras un gasto de cinco millones y medio de pesetas, las últimas lluvias han puesto de manifiesto que la intervención no ha logrado su objetivo. Estas mismas fuentes aseguran que el estado de la Comisaría sigue siendo el mismo en la actualidad que en el momento de presentarse el documento.

Las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía en Eivissa fueron en sus inicios, tras ser construido el inmueble en la década de los cincuenta, el centro hospitalario de la Seguridad Social. La antigüedad del edificio, unida al «nulo mantenimiento», según el SUP, provocan las «deplorables condiciones de uso» denunciadas el pasado mes de junio.