El sospechoso fue detenido tras una rápida investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil.

El fiscal ha pedido en su escrito de acusación penas que en su conjunto superan los diez años de cárcel para el hombre que supuestamente atracó a en diciembre de 2000 a punta de escopeta y encapuchado la sucursal bancaria de la Caixa en Cala de Bou, robo en el que quedó malherido el joven empleado ibicenco José Antonio Torres Boned al recibir un disparo en un costado y en el que el asaltante huyó con un botín de tan sólo 133.000 pesetas. Al acusado también se le demanda que indemnice con cuatro millones de pesetas a la víctima por las lesiones y secuelas sufridas.

El presunto ladrón, un indigente de la zona de unos 50 años, identificado como Germán V.B.L.A. se encuentra en la actualidad en prisión en régimen de preventivo y el día que tenga que se sentarse en el banquillo lo hará, de acuerdo con la petición del ministerio público, para responder de los cargos de homicidio en grado de tentativa, robo con violencia, con el agravante de disfraz, y tenencia ilícita de armas.

La calificación fiscal requiere que el acusado cumpla una condena de nueve años y medio de cárcel por la tentativa de homicidio y el robo, delitos que se le imputan en concurso de ideas. A esta pena hay que sumar otros ocho meses de cárcel que meses que se solicitan por el presunto delito de tenencia ilícita de armas.A este respecto cabe recordad que la Guardia Civil requisó al sospechoso en las proximidades de su casa una escopeta que entonces la investigación determinó procedente de un robo ocurrido en una casa de campo de la zona de Santa Agnès. A Germán V.B.L.A., persona sin oficio conocido, precisamente se le relacionaba policialmente con una serie de robos sucedidos en viviendas de campo.

José Antoni Torres Boned, entonces vecino de Jesús y de 31 años de edad, resultó herido muy grave poco después de que la sucursal bancaria de la Caixa en Cala Bou abriera sus puertas. Eran las 8.45 horas cuando el atracador irrumpió en la oficina, justo cuando sólo se hallaban dentro Torres Boned y el director de la sucursal, éste ultimo en un despacho.