El operativo diseñado por la Guardia Civil, en concurso con las policías locales, para controlar durante este verano las «zonas calientes» de la isla sujetas a su demarcación se está resolviendo con un importante incremento de las actuaciones contra el tráfico de drogas que se traducen en un aumento de detenidos que dobla las estadísticas registradas durante el mismo periodo anterior, según se desprende al analizar los datos no oficiales de que dispone este periódico.

Sólo durante el mes de julio se contabilizan cerca de 40 detenidos, la mayor parte de ellos sorprendidos en Sant Antoni y su bahía con pequeñas cantidades, aunque otro número destacado pertenece a personas descubiertas en las proximidades de discotecas intentado «captar» clientes. Los dispositivos instalados durante el mes de junio, por su parte, cuajaron con otra veintena de detenidos a los que en su mayor parte también se les descubrió con droga lista para el denominado «trapicheo».

La Oficina Periférica de Comunicación de la Comandancia de la Guardia Civil de Balears informó en su día que los dispositivos llevados a cabo en la lucha contra la venta de drogas a pequeña escala, encuadrados dentro de la llamada «Operación Menudeo», se saldaron durante toda la temporada turística con 300 detenidos en todas las Islas. Un tercio de los sospechosos correspondieron a servicios realizados en las Pitiüses.

La Guardia Civil de Eivissa, tras estos resultados, ha intensificado la vigilancia en zonas susceptibles de tráfico de drogas a pequeña escala, en especial en las zonas y establecimientos de ocio, al mismo tiempo que se ha aumentado el control en la entradas de pasajeros en la isla. Una buena parte de los servicios se están realizando en coordinación con las policías locales, que también disponen sus unidades para prevenir y reforzar la vigilancia en los núcleos turísticos.

El resultado de estas actuaciones, planificadas con unidades de paisano y de uniforme, se plasma con aprehensiones diarias a personas que no llegan a ser detenidas por las mínimas cantidades que portan , al entenderse que son exclusivamente para el consumo, pero que son susceptibles de recibir una sanción administrativa. Estos servicios suelen ir parejos también con las detenciones, que se efectúan cuando el sospechoso lleva cantidades significativas o es sorprendido en el mismo momento en que se cierra un «negocio». La atención de los agentes también se ha visto recompensada en los controles que se han llevado a cabo en los puertos y en el aeropuerto de Eivissa. Varios «correos» han sido descubiertos a su llegada a la isla, principalmente con cocaína y hachís.

La atención en las comunicaciones con Eivissa también ha permitido interceptar antes de que llegara a la isla un alijo de 40.000 éxtasis en Denia, puerto donde pocos días atrás también se detuvo a otra persona que embarcaba con ocho kilos de hachís. Asimismo, un grupo de jóvenes que transitaba entre Eivissa y Mallorca supuestamente para introducir éxtasis fue desmantelado en Palma cuando dos de los sospechosos regresaban de las Pitiüses y recogían un paquete con más de 3.000 pastillas.