Las dos personas detenidas el pasado jueves por la Unidad de Drogas
y Crimen Organizado del Cuerpo Nacional de Policía en Eivissa son
B.B.W., de 46 años y natural de Nigeria, y M.B., de 25 y nacida en
Sierra Leona. Al parecer, la droga llegó a Eivissa oculta en el
cuerpo de una de las dos mujeres en forma de pequeños canutos para
poder ser introducidos en el ano o en la vagina. De este modo, las
dos sospechosas fueron capaces de transportar hasta Eivissa un
total de medio kilo de la heroína conocida como 'Brown Sugar' con
una pureza situada entre el 50 y el 60 por ciento.
Según fuentes policiales, la distribución de esta droga, una vez
cortada, hubiera llegado a suponer unas 5.000 dosis, con un
beneficio económico de unos 600.000 euros. «Hubiera cubierto el
mercado de este tipo de droga hasta finales de año», apuntó el
comisario, Àngel Marí. Las investigaciones iniciadas el pasado mes
de febrero por funcionarios de la Comisaría de Eivissa en torno al
barrio de sa Penya permitió verificar la presencia de personas de
origen africano que se relacionaban «con gran familiaridad», según
las fuentes, con los clanes dedicados al narcotráfico y
establecidos en el barrio.
El control de los movimientos de estas personas motivó dos
operaciones culminadas con la detención de un matrimonio y el
registro de su vivienda el pasado mes de abril. Este mismo mes de
julio, al comprobarse que persistía el movimiento de personas
africanas se repitió el registro en el mismo domicilio de sa Penya,
incautándose la policía de nuevas cantidades de cocaína, heroína y
hachís. Este último operativo obligó a la red de narcotráfico a
organizar un nuevo transporte de droga hacia la isla desde Madrid.
Para el traslado fueron escogidas como 'correos' dos mujeres, una
práctica habitual en estas redes según las observaciones de los
investigadores.
La vigilancia intensiva establecida sobre varios ciudadanos
nigerianos que frecuentaban sa Penya dio sus frutos el pasado día
16, cuando uno de ellos contactó con B.B.W., recién llegada a la
isla y cuyo modo de actuar resultaba sospechoso, por lo que el
pasado jueves la policía la interceptó en plena calle cuando se
dirigía hacia sa Penya. Pero la mujer no llevaba ningún tipo de
droga en aquel momento. La reticencia a indicar en que pensión se
alojaba hizo sospechar a los investigadores que la droga podía
hallarse en aquel lugar. Finalmente, el registro en la habitación
de la pensión, situada en el centro de la ciudad, arrojó como saldo
la incautación del medio kilo de heroína, 1.400 euros en billetes y
la detención de M.B.
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