Personal de la concejalía de Medi Ambient y un lacero de la perrera municipal se hicieron cargo ayer de seis perros que se encontraban en una casa del barrio de sa Penya. Los propietarios de estos canes fueron denunciados ante la Policía Local por las malas condiciones en las que mantenían a los animales, que fueron trasladados al nuevo centro municipal de sa Coma. En este mismo servicio, el personal de la perrera de Eivissa se hizo cargo igualmente de un perro abandonado en la calle.