Carlos Sudario, de 22 años, reconoció en su juicio haber golpeado
brutalmente en la cabeza con un toallero al hombre para el que él y
un compatriota habían aceptado hacer reparaciones y trabajos de
jardinería en su casa de Buscastell con el único objeto de saldar
una deuda contraída con la víctima.
Lo hicieron para apoderase de una cantidad próxima a un millón
de pesetas que el residente suizo guardaba en su vivienda. Carlos
Sudario, que se conformó con una pena de cinco años y once meses de
cárcel frente a los diez que se le pedían en un principio, fue
detenido por la Guardia Civil, pero su compinche logró salir de la
isla antes de que la Benemérita supiera lo ocurrido. Todo ocurrió
el pasado mes de octubre poco después de que la víctima hubiera
dejado a su mujer en el aeropuerto para que viajara a Suiza. Al
llegar a la casa fue amenazado con un cuchillo y atado a una silla
hasta que confesó donde tenía el dinero. Casi inconsciente fue
auxiliado horas después gracias a que su mujer le llamó para
decirle que había llegado bien.
Por otra parte, la Audiencia ha condenado a seis años de prisión
a José Luis Esteban Izquierdo, el «okupa» de sa Tanca que fue
juzgado por este tribunal por una tentativa de asesinato en la
persona de un compañero de «residencia». El acusado propinó varias
puñaladas a la víctima, una de ellas en el pulmón, tras acabar una
discusión entre ambos. El sospechoso alegó «defensa propia».
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