Uno de los dos fallecidos ayer en Sant Llorenç, al parecer Vicente Torres Torres, se dio cuenta de que la presencia de la acumulación de gases en la fosa séptica de su casa un segundo antes de desvanecerse y de perder el conocimiento por completo.

«Aquí hay un fuerte olor a gas», llegó a exclamar esta persona justo al bajar al pozo, momento en que su mujer se dio cuenta de que su marido había quedado atrapado dentro del depósito, según explicó una vecina. Tras ello se buscó ayuda en la casa de Pedro Ferrer Serra, quien tuvo que encontrarse solo con la misma situación.

«Ha pasado todo muy rápido y no sabíamos lo que podía haber pasado cuando vimos que los dos se habían quedado dentro», explicó un familiar. Otra vecina de la zona destacó la gran amistad existente entre las dos familias. «Siempre salían a todo juntos, incluso era frecuente ver a Pedro y a Vicente ir juntos arreglados para dirigirse a algún lugar», comentó. «Es una gran pena porque uno llevaba jubilado muy pocos días y el otro hacía pocas meses. Ahora es cuando iba a poder disfrutar verdaderamente de su gran amistad», añadió.

El entierro de las dos víctimas tendrá lugar hoy al mismo tiempo en el cementerio nuevo de Sant Joan tras el funeral que se celebrará a las siete de la tarde en la iglesia parroquial de Sant Llorenç.