Una británica ha denunciado ante el Cuerpo Nacional de Policía una estafa inmobiliaria de 2.000 euros después de que supuestamente formalizara un contrato de alquiler para residir en una casa de la zona de Talamanca a la que no ha podido entrar al haber recibido unas llaves que no servían para tener acceso a dicho domicilio. La perjudicada relató que había intentado en balde ponerse varias veces en contacto con el arrendador por si se había producido un error.

La supuesta estafa tuvo lugar el pasado día 20 después de que dicha persona firmara un contrato anual y entregara la citada cantidad a un hombre que dos días antes le había enseñado la vivienda, tras acceder a ella por la puerta de la cocina junto con otras dos amigas, momento en que se acordó de palabra el pago de una renta de mil euros mensuales. Tras reunirse el día 20 en un bar de Eivissa, la denunciante adelantó 2.000 euros como fianza y pago de una primera mensualidad. Al llegar anteayer a la casa no pudo entrar.