El avión se estrelló en la pista sur y horas después fue retirado por una grúa de gran tonelaje. FOTO: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

JAVIER JIMÉNEZ-PEP MATAS
Cuando César Bores y Víctor Roca despegaron del aeropuerto de Barajas a las 3.15 horas de la madrugada de ayer con destino a Son Santa Joan no podían sospechar que ése sería su último vuelo. La avioneta de paquetería que pilotaban se estrelló en la pista sur del aeropuerto palmesano cuando estaba a punto de tomar tierra, por causas que están siendo investigadas. El avión bimotor de carga SW3, de la compañía Tadair, con sede en Sabadell, realizaba habitualmente el transporte urgente de mercancías entre Palma, Barcelona, Madrid, Menorca y Eivissa, y ayer, a esa hora, despegó de Madrid con destino a Mallorca. Las condiciones meteorológicas no eran adversas y el vuelo transcurrió sin sobresaltos hasta las 5.10 horas. El piloto, segundos antes, contactó con la torre de control y pidió autorización para aterrizar en la pista 24 izquierda del aeropuerto, en la cabecera sudeste, muy cerca de la carretera de s'Aranjassa.

La maniobra se inició correctamente, pero cuando el aparato estaba a punto de tomar tierra perdió el control y se estrelló a gran velocidad contra el asfalto. El impacto fue tremendo y las alas y el morro de la avioneta quedaron destrozadas, dibujando un dantesco amasijo de hierros. Desde la torre de control se avisó sin demora de lo ocurrido y el aeropuerto puso en marcha el Plan de Emergencias, que contempla accidentes de gravedad o que pueden poner en peligro el funcionamiento de las pistas. La primera prioridad consistió en auxiliar a los ocupantes de la avioneta matrícula EC-GKR del vuelo 306 Barajas-Son Sant Joan, que desgraciadamente ya habían fallecido a consecuencia de la colisión. En el dispositivo participaron más de treinta dotaciones de los bomberos, Guardia Civil, ambulancias y servicios de emergencias del aeropuerto, que acordonaron el tramo donde había acontecido el siniestro aéreo e iniciaron la investigación.

La operatividad del aeropuerto no se vio seriamente afectada por el siniestro, aunque Son Sant Joan funcionó sólo con una pista durante muchas horas. Desde AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) se informó de que la Comisión de Investigación de Incidentes y Accidentes de Aviación Civil, perteneciente al Ministerio de Fomento, ya se ha hecho cargo de las diligencias sobre lo ocurrido, aunque de momento no existe una versión oficial sobre las causas de la tragedia. A partir de las siete de la mañana comenzó a llover de forma copiosa en Son Sant Joan, pero curiosamente cuando se produjo el impacto las condiciones eran de plena normalidad, por lo que parece descartado que el agua o la niebla provocaran el desastre.

La empresa funeraria de Palma retiró los cadáveres de los dos fallecidos una hora después del accidente aéreo y el juez de guardia ha ordenado que se les practique la autopsia en los próximos días. Tanto César Bores como Víctor Roca parece ser que residían en Catalunya, ya que la empresa para la que trabajaban tiene la sede en Sabadell. A las 8.30 horas las inmediaciones del cruce de s'Aranjassa con la carretera de Manacor era un hervidero de periodistas y curiosos, que desde la verja que delimita el perímetro del aeropuerto siguieron la evolución de los acontecimientos. Dos horas después, aproximadamente, una gran grúa colocó los restos de la avioneta de Tadair sobre un camión, que los trasladó hasta un hangar. Son Sant Joan recobraba la normalidad, tras el drama de la madrugada.

El SEPLA pide que se vigile la normativa de las compañías de carga
El SEPLA pidió ayer a las autoridades aeronáuticas que «vigilen muy de cerca» el cumplimiento de la normativa por parte de las compañías aéreas de carga y expresó su pesar por el accidente. En un comunicado informativo, el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) expresó su «preocupación» por este nuevo siniestro, que se suma a la «inquietante y creciente» cifra de accidentes aéreos sufridos por compañías aéreas de carga en España. El SEPLA solicitó «una vez más» a las autoridades aeronáuticas y «muy especialmente» a Aviación Civil que «extreme las medidas de vigilancia» respecto al cumplimiento de la normativa vigente por parte de las compañías de carga en materia de procedimientos de vuelo, mantenimiento de aeronaves, pesos de mercancías transportadas y jornadas de trabajo de los pilotos.