Una mujer de 95 años, inválida, murió ayer al mediodía carbonizada
después de que el brasero de la mesa camilla de su casa de Felanitx
quedara envuelta en llamas, según confirmaron en fuentes del centro
de emergencias del 112 y de la Policía Local de aquel municipio.
Margalida Mesquida Bordoy residía en una planta baja de la calle
Zavellà, número 59, y desde hacía un tiempo estaba postrada en una
silla de ruedas, debido a su avanzada edad y a los problemas
derivados de salud. A las 12.30 horas, aproximadamente, la mujer se
encontraba sentada sola junto a la mesa camilla, después de que su
hija se hubiera ausentado un momento, y parece ser que la tela rozó
con el carbón del brasero y ardió en cuestión de segundos,
atrapando a la anciana. En el piso superior de la vivienda, según
explicó la Policía Local, se encontraba un allegado de la víctima
preparando la comida, y fue esa persona quien dio la señal de
alarma.
Bomberos, policía y Guardia Civil se desplazaron sin demora
hasta el domicilio de Felanitx, pero cuando llegaron Margalida ya
era cadáver y su cuerpo estaba prácticamente carbonizado, junto a
los restos de la mesa camilla. Después de que los bomberos se
aseguraran de que no había peligro de que las llamas se pudieran
extender al resto de la vivienda, la Policía Judicial de la
Benemérita se hizo cargo de las investigaciones y tomó declaración
a varias personas para conocer más detalles sobre la tragedia. Los
familiares de la fallecida se mostraron tremendamente afectados por
lo ocurrido y fueron consolados por sus vecinos y amigos. Una hora
después de producirse la tragedia tres bomberos y un guardia civil
retiraron los restos mortales de la anciana y los trasladaron hasta
el cementerio. La autopsia deberá determinar si la víctima falleció
intoxicada por el humo y luego su cuerpo fue alcanzado por la
llamas o si, por el contrario, fue el fuego el causante de la
terrible muerte.
Las fuentes consultadas indicaron que «lo más probable» es que
Margalida Mesquida perdiera el conocimiento al inhalar aquel humo y
que luego, sin posibilidad de escapar, las llamas alcanzaran su
cuerpo. Prácticamente cada invierno fallece en Mallorca alguna
persona por culpa de un brasero, por regla general persona de edad
que quedan adormecidas por el humo o que no pueden huir debido a
sus problemas de movilidad. Por este motivo, las autoridades
siempre recuerdan que deben extremarse las precauciones cuando se
enciende un brasero y las faldas de la mesa camilla están muy
próximas al fuego.
Un psicólogo tuvo que ayudar a los
familiares
Los familiares de la anciana fallecida en Felanitx reaccionaron con
el lógico dramatismo nada más conocer el alcance de la desgracia y
el centro de emergencias del 112 tuvo que enviar a un psicólogo
para que apoyara a sus allegados en un momento tan delicado. Los
vecinos de aquella calle, y de otras próximas, se congregaron en la
calle para interesarse por lo ocurrido y expresar sus condolencias
a los familiares. La fallecida era una mujer muy apreciada en
aquella localidad y su trágica muerte provocó ayer una honda
conmoción.
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