El homicida confeso, ayer, tras su detención.

La policía de Palma detuvo ayer a A.L.R., de 25 años, al que encontraron con cortes en las muñecas en una vivienda del barrio palmesano del Coll d'en Rabassa donde también se halló el cadáver de su novia, Sandra González Aguilera, de 22 años. El cuerpo de la joven, a la que el presunto asesino conoció hace unos cuatro años, presentaba una herida en el cráneo provocada por el golpe de un objeto contundente, probablemente por un martillo de grandes dimensiones.

El cadáver fue descubierto alrededor de las 10.30 horas, cuando un familiar de la víctima se desplazó a la vivienda de la pareja, una planta baja de la calle Brunete del Coll den Rabassa, preocupado por no tener noticias suyas. A pesar de las heridas que se ocasionó en su intento de suicidio, el presunto agresor fue quien abrió la puerta del domicilio al familiar de su novia, que descubrió el cadáver de Sandra González sobre el suelo del comedor.

Los investigadores creen que el crimen se cometió anteanoche y varios vecinos confirmaron que sobre la medianoche escucharon un fuerte golpe proveniente de la vivienda de la pareja. Una vecina relató también que, tras este estruendo, se asomó y observó como A.L.R. abandonaba su domicilio en ropa interior y volvía a entrar enseguida. Personas que conocían a la pareja explicaron que no era habitual que tuvieran discusiones. La Policía considera que la autoría del crimen está aclarada, ya que el detenido confesó en el lugar de los hechos que había matado a su novia y luego quiso suicidarse.