La Junta Local de Seguridad de Eivissa acordó ayer un «paquete» de
medidas encaminadas a impedir que crezcan los focos delictivos que
se han detectado en la ciudad y que están surgiendo al amparo de
locutorios telefónicos. Así se determinó después de que los datos
de que dispone el Cuerpo Nacional de Policía evidencien que muchos
de estos lugares se están convirtiendo en centros de reunión en
donde además de traficarse con drogas e intercambiarse objetos
robados se planifican actuaciones delictivas.
El alcalde Xico Tarrés, al respecto, señaló que el Ayuntamiento
ya ha empezado a intervenir con la tramitación de denuncias y
expedientes y que a partir de ahora se va a ser todavía «más
escrupuloso con la concesión de las oportunas licencias».
Este fue uno de los principales acuerdos a los que se llegó ayer
en la citada Junta, reunión en la que también se pusieron sobre el
tapete las últimas estadísticas del CNP, que revela que van
descendiendo poco a pocos los delitos en la Marina y sa Penya y que
se ha puesto fin a los problemas de prostitución en la calle que
habían sido denunciados en ses Figueretes. Septiembre fue el peor
mes por la actuación de bandas rumanas en las zonas comerciales.
También se volverá a incidir en la inseguridad en la plaza del
Parque. Tanto la directora insular, Marienna Sánchez Jáuregui, como
Tarrés señalaron que se iba a seguir con los planes sociales,
urbanísticos de rehabilitación y policiales que ya se están
desarrollando, aunque en todos los casos se pidió paciencia por la
«gran complejidad» del problema.
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