Portinatx presentaba esta imagen, muy distinta a la situación vivida durante toda esta semana. Foto: K.T.

P. TUR Las Pitiüses han vivido una semana de incertidumbre meteorológica. Tras el temporal que asoló el norte de Eivissa hace siete días, los servicios de emergencia de la Comunitat Autònoma han estado en alerta permanente ante la amenaza de una segunda tormenta, que, finalmente, no llegó a alcanzar de lleno el sur de Balears. Ahora, todos los esfuerzos se centran en cuantificar material y económicamente los daños causados por las inclemencias del tiempo y a estudiar las posibles ayudas de las instituciones.

Para ello, Eivissa y Formentera están siendo recurrentemente visitadas por los representantes de los diversos estamentos encargados de otorgar las ayudas económicas y técnicas para paliar el desastre. Si el miércoles viajaba a Balears el director general de Costas, José Trigueros, el pasado viernes lo hacía el titular del Ministerio de Medio Ambiente, Jaume Matas. En ambos casos, los políticos quisieron ver sobre el terreno los efectos de un temporal considerado como uno de los más virulentos de las últimas décadas sobre las Pitiüses.

Una señal inequívoca acerca de que lo peor parece haber pasado ya fue la decisión tomada ayer por el Centro de Coordinación Operativa (CECOP) del Govern balear de rebajar el nivel de alerta a «cero» en todo el archipiélago, aunque este organismo, a pesar del tiempo soleado que reinó ayer, mantuvo la recomendación para estos días de extremar las precauciones y la prudencia en caso de circular en automóvil ante la posibilidad de desprendimientos de piedras y rocas en carreteras y caídas de pinos que pueden obstaculizar alguna vía circulatoria y caminos. Hechas las primeras estimaciones, los daños en Balears podrían superar los 25.000 millones de pesetas, según el gobierno autonómico, institución que ya ha abierto un crédito de 7.800 millones de pesetas, además de los 2.200 comprometidos por Costas para realizar obras en el litoral balear.

Hay que recordar que el norte de Eivissa ha sido el punto geográfico de las Pitiüses más castigado por el temporal. En este área, la mayoría de las playas han perdido más del ochenta por ciento de la arena y, en algunos casos, como el es es Pou d'es Lleó, se ha llegado al cien por cien de pérdida. En Formentera, la costa de es Pujols y de es Caló sufrió gran parte del mal tiempo, quedando destrozadas numerosas casetas varadero y varias embarcaciones.