La arena, uno de los bienes más preciados para las playas ibicencas, desapareció de las mismas en el norte de la isla tras la tempestad que barrió la línea costera los pasados sábado y domingo. Ayer, los alcaldes de Sant Joan, Antoni Marí Marí, y de Sant Antoni, Antoni Marí Tur, reclamaron a la Dirección General de Costas, representada por su titular, José Trigueros, que se priorice su regeneración antes de la próxima temporada estival.

En el caso de Sant Joan, la mayoría de sus playas ha perdido más de un ochenta por ciento de su arena y, en algunos casos, la pérdida llega hasta el cien por cien, como en es Pas de s'Illa y Cala Multons. En Cala Xuclar y Cala d'en Serra el mar devoró hasta el noventa y cinco por ciento de la arena. En Sant Antoni, el mayor daño lo registró la playa de s'Arenal, sobre la cual existe un proyecto de regeneración sobre el que ayer Antoni Marí Tur insistió en varias ocasiones para que se acelere lo antes posible su ejecución.

Al referirse a la pérdida de arena y los daños en las playas, Trigueros aprovechó para criticar enérgicamente al Govern balear, al que acusó de «boicotear» las iniciativas de la Dirección General de Costas para regenerar la arena de varias playas de Eivissa. Trigueros argumentó su ataque afirmando que la arena no sólo cumple su función como «manto para los turistas», sino que también supone «una protección ante situaciones como la vivida el pasado fin de semana en Balears».

Según Trigueros, la arena impide que el mar llegue con tanta violencia hasta la costa, suavizando el impacto de las olas sobre el litoral, incluyendo locales e infraestructuras. «En casos de temporal ha habido más daños en zonas sin arena que en las que contaban con ella, como ha sucedido estos días en varios parajes de Castellón», afirmó. En este aspecto le respaldó Antoni Marí Marí, quien aseguró que la playa con menos daños de su municipio, la de la Cala de Sant Vicent, es la única que ha contado con una regeneración de arena en los últimos años.