La lluvia volvió a convertir algunas zonas de Eivissa en auténticos torrentes de agua. Foto: VICENÇ FENOLLOSA

La ciudad de Eivissa lucía ayer una imagen que ya es habitual en casos de precipitaciones elevadas. El barrio de es Pratet principalmente, aunque también otros puntos de la localidad, se inundaron por completo por las lluvias caídas sobre la isla durante toda la jornada y que demostraron que la red de pluviales está lejos de poder controlar este tipo de situaciones meteorológicas.

Además, la persistente lluvia, anticipo del temporal que se espera que llegue hoy a las Pitiüses y que a las 17'30 horas ya había acumulado unos 34 litros por metro cuadrado, según las estimaciones del aeropuerto, dificultó enormemente el tráfico por las carreteras de Eivissa y Formentera, que registraron importantes atascos y en las que se recomendaba máxima precaución en la conducción.

En el barrio de es Pratet varias calles estaban completamente anegadas por el agua, que volvió a reventar el alcantarillado, dificultando el paso de los peatones que, en algunos casos, dieron por perdidos sus zapatos para poder llegar a sus hogares o a sus vehículos. Los parkings de la zona del paseo marítimo y de la avenida de Sant Joan presentaban la misma imagen.

La lluvia fue muy regular a lo largo de todo el día, aunque se registraron fuertes incrementos en momentos puntuales. Poco después de las cuatro de la tarde se recogieron, también en la zona del aeropuerto, diez litros por metro cuadrado en tan sólo nueve minutos. Por lo que se refiere a los vientos, su intensidad fue de unos cincuenta kilómetros por hora, una cifra que, de cumplirse los pronósticos, podría duplicarse hoy.