El vocal vecinal que denunció una paliza por un grupo de jóvenes cuando se iba a celebrar un partido entre magrebíes y argentinos en ses Figueretes informó ayer que la Asociación de Vecinos ha acordado ejercer la acusación particular en este caso. La decisión de respaldar jurídicamente al vocal Jordi Torres se tomó al entender que la agresión la sufrió cuando realizaba funciones de su cargo. Torres, que ha pedido que todos los testigos declaren, acudió ayer de nuevo al juzgado para ratificar su denuncia y ser examinado por el forense del derrame en un ojo, además de los hematomas en un brozo y heridas en rodilla y cabeza.

El padre de uno de los jóvenes acusados, sin embargo, señaló ayer a este periódico que se está dando una versión muy lejana a la realidad y que, en ningún momento, hubo agresión sino que el denunciante se desmayó. Menos aún, hubo un ataque xenófobo, según esta versión.