16/10/01 0:00
PEP MATAS/J.F.MESTRE
Miguel Àngel Pericás, el joven de 20 años, soldado profesional, que
el pasado sábado por la mañana se disparó con su fusil en el
estómago durante una guardia, llamó a través de su teléfono móvil
al 061 anunciando que iba a dispararse. La persona que recibió la
llamada no le creyó, y el joven realizó una segunda llamada. En
esta ocasión se movilizó una ambulancia, que se dirigió de
inmediato a la base General Asensio. Fue él quien también llamó a
la patrulla de seguridad del cuartel diciendo que se había pegado
un tiro en el estómago. Casi al mismo tiempo que la patrulla
comprobaba el estado del herido, la ambulancia ya se encontraba en
la puerta, lo que extrañó mucho al personal militar.
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