Gritos ante la puerta de los juzgados, encontronazos, la calle
cortada y funcionarios «retenidos» mientras la policía y la
vigilancia privada del edificio protegían la entrada a la puerta
del inmueble. Esto fue lo que ocurrió a primera hora de la tarde de
ayer en la Avenida Isidoro Macabich después de que cerca de 200
personas se congregaran para protestar por la decisión de poner en
libertad al hombre que presuntamente el pasado fin de semana huyó
tras arrollar en el cruce de Platja d'en Bossa a un joven motorista
de 18 años que continúa debatiéndose entre la vida y la muerte.
La indignación popular, desbordada en ocasiones, se serenó poco
después de las tres de la tarde después de que los mismos jueces,
incluida al parecer la juez que decretó la libertad, se reunieran
con un portavoz de los manifestantes y le explicaran que la
libertad del sospechoso estaba sujeta a medidas cautelares que
evitarán el riesgo de fuga y pendiente de un proceso ineludible
que, de confirmarse todos los indicios, le llevarían a sentarse en
un banquillo con acusaciones que podrían llevar penas de
prisión.
Los manifestantes, familiares y amigos de Raúl C.C., el joven de
18 años que ayer continuaba en estado muy grave, se reunieron sobre
la una y media de la tarde en la plaza de sa Graduada. Desde allí,
provistos de pancartas para hacer patente sus protestas, se
desplazaron hasta la misma puerta de los juzgados. «Omisión del
deber SOS. Intento de asesinato» «Joachim Martin, la justicia no se
vende» o «Justicia para Raúl y cárcel para Joachim» son algunas de
las consignas que exhibían en las citadas pancartas. La
manifestación continuó con gritos que mostraban la impotencia de la
gente. «Sino va la cárcel, irá a la tumba», lema que fue coreado y
aplaudido como otros tantos que fueron seguidos por la multitud
durante los minutos que siguieron a la concentración.
El dolor de los familiares y allegados más directos del joven
siniestrado se intentó llevar a dentro del edificio, hecho que fue
impedido después de que incluso policías con uniforme de gala que
se hallaban en Comisaría celebrando la festividad de los Santos
Angeles Custodios, patrón de la policía, tuvieran que acudir de
refuerzo. Durante unos momentos, incluso, se registró algún que
otro empujón y conatos de violencia. De hecho, se llegó a desinflar
la rueda de al menos un vehículo policial.
Todo quedó aclarado después de que diera directamente las
oportunas explicaciones el propio juez José Espinosa, responsable
del juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa y magistrado a quien
suplía una juez sustituta cuando se tomó la decisión de poner en
libertad vigilada a Joachim Martin T., el alemán residente en Jesús
detenido por la Guardia Civil de Tráfico como presunto autor de un
delito de deber de socorro y de los que pueden derivarse también
cargos de homicidio imprudente en el caso más extremo. El juez
Espinosa se hallaba fuera y acudió al juzgado al conocer lo que
estaba pasando. «Esto va lento y tiene sus plazos. Pero se está
haciendo algo y así me lo han explicado». De esta manera, megáfono
en mano, apaciguó Francisco Munuera a las personas reunidas ayer
por la mañana, una concentración que tuvo precisamente su preludio
durante la noche de anteayer después de que un grupo de jóvenes
motoristas estuviera también frente a la puerta de los
juzgados.
Joachim M. T., con arraigo en Jesús y detenido al llegar a su
casa tras ser identificado como el conductor del coche propiedad de
su mujer, que arrolló al motorista, quedó libre el domingo después
de que no se solicitara prisión preventiva para él.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.