P. TUR La joyería Viñets, situada en la avenida Isidoro Macabich de la ciudad de Eivissa, junto a la plaza Enrique Fajarnés, fue la víctima de un espectacular y violento robo durante la madrugada de ayer. Los ladrones utilizaron el método conocido como 'alunizaje', que consiste en empotrar un automóvil contra la puerta metálica -o la luna, de ahí el nombre- del establecimiento, reventando completamente la puerta y el escaparate principal del establecimiento. Para no causar daños en el motor del vehículo, los asaltantes embistieron la joyería en Eivissa utilizando la marcha atrás.

Varios vecinos aseguraban ayer por la mañana frente al comercio haber escuchado un gran impacto -«como un accidente muy fuerte o una bomba»- sobre las seis de la madrugada. Algunas personas llegaron a ver a los ladrones actuando, gritándoles e increpándoles por su actuación, aunque la velocidad con la que llevaron a cabo el robo hizo imposible cualquier otra cosa.

La poca luz existente en esos momentos dificultó el que los testigos pudieran ver su aspecto. Además, no se descarta el que pudieran haber actuado encapuchados. Algunos testigos dijeron que el asalto no duró más de tres o cuatro minutos, lo que pondría de manifiesto la 'profesionalidad' de los autores del robo. Las alarmas del establecimiento saltaron, pero fueron inútiles debido a la velocidad con la que los ladrones 'limpiaron' todos los estantes y los pequeños expositores que se encontraban en el escaparate.

Por la mañana, la entrada de la joyería Viñets era un amasijo de cristales y maderas rotas. La puerta metálica de seguridad quedó completamente doblada hacia el interior y fue necesaria la presencia de un herrero para enderezarla y así poder cerrarla de nuevo. Según testimonios recabados por este periódico en la misma joyería, los ladrones «cogieron todo lo que encontraron por en medio», ya fueran collares, anillos, broches o relojes, entre otras joyas. La valoración del material robado será «complicada» y, según el mismo testimonio, «podría durar varios días». Los propietarios y el personal de la joyería se mostraban contrariados y sorprendidos por lo ocurrido pocas horas antes.