Vecinos de la zona de Sant Agustí han alertado de la presencia en los últimos días de operarios de una empresa especializada en instalaciones y revisiones de butano que valiéndose de artimañas entran en las casas y terminan cobrando precisos altos, a veces desorbitados, por trabajos que o bien no se han solicitado o que pueden ser innecesarios. En muchas ocasiones, estos instaladores, vestidos debidamente y acreditados, y generalmente pertenecientes a sociedades que cuentan con sus permisos en regla, llegan a advertir de un grave peligro falso detectado y al que hay que contraponer una urgente reparación que, en muchas ocasiones, concluye con el pago de una importante factura.

Esta clase de operarios, que se cubren las espaldas haciendo que los «clientes» firmen un papel con el que al final se legaliza su actuación, han sido vistos en parejas. En un caso concreto, han llegado en un coche de color rojo e intentaron pasar una factura por valor de 5.000 pesetas. Suelen visitar domicilios en los que residen extranjeros o personas mayores a los que convencen fácilmente.