Los obreros trabajaban ayer para retirar los cascotes generados. FOTO: K.T.

Los planes municipales se centran ahora en intentar evitar que el edificio desplomado en la calle de la Virgen termine convirtiéndose en un solar que permita amparar un nuevo punto de marginalidad en sa Penya. Los obreros trabajaban ayer en el desescombro de los dos pisos derruidos pero no con la consigna de prepararlo todo para el derrumbe de la estructura que quedaba, como se había previsto en un principio.

El Ayuntamiento de Eivissa ha dado orden de que se supervise el estado de la fachada del número 24 de la calle de la Virgen a fin de que si, las condiciones lo permiten, se mantenga en pie tomándose las medidas de precaución que sena necesarias para evitar un nuevo desplome.

Fuentes municipales confirmaron ayer que las nuevas intenciones de la concejalía responsable pasaban por garantizar la pervivencia de la estructura exterior del inmueble para evitar que, sin más, hubiera otro solar en el barrio, una cuestión que también afectaría a empeorar la imagen de la zona. En caso de que todo esto no sea posible, se llevará a cabo sin más dilaciones la demolición de los restos, acción que, en este caso, se espera realizar para la semana que viene.

Las tareas de desescombro que se llevaban ya ayer cabo venían parejas a los estudios que realizan los técnicos sobre el número 26, inmueble que puede haberse visto afectado por el desplome y sobre el que, en último caso, también pesa una amenaza de demolición si se confirman las peores expectativas que ya se han generado. El desescombro en el edificio afectado facilitará el examen de este inmueble.