El tramo de la calle de la Virgen fue vallado a la espera de la demolición de la vivienda. Foto: M.FERRER

El edificio que se desplomó anteanoche en la calle de la Virgen con la zona llena de transeúntes no estaba declarado como ruinoso pero sí se había comunicado varias veces a los dueños del inmueble la necesidad de hacer reparaciones urgentes tras haberse detectado signos de deterioro en la fachada, curiosamente la única estructura que quedó en pie tras el derrumbe. Lo que ha quedado del número 24 de la calle de la Virgen, inhabitado desde hace año y cerrado desde hace dos, están sentenciado.

Los técnicos planificaron de manera inminente su demolición después de que fallaran los forjados de los dos pisos superiores, cediendo parcialmente las techumbres y casi en su totalidad la azotea. Además, se está estudiando la situación de un inmueble contiguo, el número 26, que también puede ser derruido por las palas si se considerara que existe el mismo riesgo,máxime después de que este edificio también puede haberse visto afectado por lo ocurrido durante la noche de anteayer. Fuentes municipales aseguraron que al menos se habían dado dos avisos al propietario, al parecer una mujer, extranjera, sin que hasta la fecha se hubiera hecho alguna remodelación.

Estas mismas fuentes precisaron que la posible situación ruinosa era muy difícil de predecir porque los técnicos no habían podido acceder al interior de la casa y que lo que se había apreciado en el exterior no evidenciaba una situación de la que pudiera concluirse que había motivos para apreciarcon rigor tal peligro. La desidia de los máximos responsables de las casas de sa Penya a realizar obras de rehabilitación pese a los informes municipales es un hecho constatado que viene parejo en muchas ocasiones a la dificultad de avisarles porque una buena parte de ellos son extranjeros o se encuentran en paradero desconocido.

El Ayuntamiento ha tenido mejor suerte en lo que se refiere al otro inmueble anexo al desplomado. El número 22 se halla a salvo después de que sus propietarios sí hubieran hecho tareas de remodelación. Los proyectos anunciados son tener pronto un plan de actuación más ambicioso en el que estén claros los riesgos de desplome en sa Penya.