Vecinos de la Marina han manifestado el malestar existente en la zona, también entre los propios comerciantes, al detectarse en los últimos días un aumento de personas con problemas de toxicomanía que se valen de los fosos de la muralla para inyectarse. «Esto está dando una imagen pésima», explicó ayer uno de los afectados. Según la información recogida por este periódico, las quejas vienen motivadas porque la presencia de estos grupos y las «reuniones» se están produciendo en zonas donde acceden turistas a los que no pude pasar inadvertido lo que está ocurriendo.

«Ello también produce una situación de abandono y de inseguridad no sólo para nosotros sino también para los visitantes a los que éstos seguro no les pasa por desapercibido», indicó otro de los vecinos. Los afectados consideran que la policía también debería actuar cuando las patrullas detectan estos grupos porque «tiene que saber lo que están haciendo», añadió otro.

Las quejas por la presencia de toxicómanos en las partes de la muralla más próxima a las calles de la Marina se une a las realizadas días atrás en las que se expresaba la preocupación por el aumento de los robos y hurtos y en las que se reclamaba mayor presencia de dotaciones policiales. Asimismo, los comerciantes y vecinos de la plaza del Parque han manifestado su descontento por la formación de grupos que ocasionan distintas molestias.