Un vendedor africano vende su mercancía en Sant Antoni. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

Los enfrentamientos entre grupos de británicos y africanos siguen produciéndose en Sant Antoni. Las últimas informaciones apuntan también a que los problemas derivados de la competencia en la venta de estupefacientes no son las únicas razones de altercados que se están repitiendo con más frecuencia de lo que hasta ahora era habitual. La experiencia policial está demostrando que los mismos turistas hacen «piña» cuando uno de ellos se siente robado o estafado por un vendedor ambulante ilegal.

Ayer mismo, una nueva disputa multitudinaria tuvo lugar sobre las diez de la mañana en la Avenida Doctor Fleming, un lugar en el que según todas las fuentes consultadas por este periódico las peleas son algo más que un hecho esporádico. Vecinos y agentes del orden público coinciden en este punto cuando se les pregunta. Varias dotaciones policiales acudieron durante la mañana después de que varias personas alertaran sobre una reyerta en la que se estaban utilizando incluso botellas como armas. Los contendientes, como ha ocurrido en la mayoría de las ocasiones, se disolvieron al detectar la llegada de las unidades de Policía Local y Guardia Civil.

La presencia de grupos de senegaleses y británicos que tienen su más y sus menos por asuntos de droga, un fenómeno detectado otros veranos en menor grado, es algo que esta temporada se está viendo con preocupación, especialmente después de una sucesión de hechos de los que ya informó Ultima Hora Ibiza y Formentera y que acabaron con un joven africano caído de un sexto piso a causa de una deuda por estupefacientes.

Los nuevos datos que están trascendiendo están permitiendo conocer también que los turistas británicos responsabilizan directamente a los africanos de robos que están sufriendo; hurtos que se producen cuando los vendedores están cerrando un trato o aprovechando el estado de ebriedad de los británicos. A todos ellos se les está instando a que denuncien formalmente lo que está ocurriendo en el puesto de la Guardia Civil de Sant Antoni. A todo esto se suma la denuncia presentada hace pocos días ante la Benemérita por otro turista.Este aseguró que se vio rodeado por un grupo de africanos -entre dos y cinco- cuando se hallaba muy bebido y que al final acabó agredido sexualmente.