Nueve meses de cárcel, quince millones de pesetas de indemnización y más de 200.000 pesetas de multa. Esta es la condena que ha recaído en el turista israelita que huyó el pasado mes de agosto tras arrollar fatalmente en la carretera de ses Salines de noche a un joven de 16 años de Sant Jordi y que pudo ser detenido por la Guardia Civil de Tráfico en el aeropuerto cuando pocas horas después intentaba abandonar la isla. El acusado, un hombre de 39 años, compareció ayer en Mallorca listo para ser juzgado por un jurado bajo los cargos de haber cometido un presunto delito de omisión de socorro y otro de imprudencia con resultado de muerte.

No fue necesario siquiera que el juzgado tuviera que reunirse para debatir los pormenores de este caso. Las partes personadas en el proceso llegaron a un acuerdo por lo que se llegará a una sentencia de conformidad. La causa exigía que fuera vista por este tribunal después de que el caso quedara calificado bajo la acusación de omisión de deber de socorro, cargo que tiene que ser resulto en un procedimiento sujeto a la Ley del Jurado. La Guardia Civil y el resto de policías de la isla estaban sobre aviso nada más ocurrir el accidente de que el autor del atropello iba en un Seat Córdoba.La víctima, David G.V., pereció, al parecer, tras bajarse de un ciclomotor cuando se hallaba en compañía de una joven y de improviso recibió el impacto de un turismo que le arrolló.

El coche implicado no hizo ninguna parada. A la mañana siguiente fue localizado por un agente de la Policía Local de Sant Josep en la zona azul del aeropuerto. Éste dio aviso a la Guardia Civil al coincidir la descripción del vehículo sospechoso y detectar, además, una bolladura en la zona lateral derecha del vehículo. La Benemérita localizó al sospechoso, que no llevaba un día en la isla, cuando sacaba su billete.

Éste iba en el accidente en compañía de una mujer que fue detenida después en el hotel de Platja d'en Bossa, donde ambos se alojaban, cuando ésta hacía las maletas. El acusado fue arrestado e ingresó en prisión después de que fuera puesto a disposición judicial y declara que no se había dado cuenta de lo ocurrido.Para poder volver a recuperar su libertad tuvo que depositar una fianza de 30 millones.