El policía que logró reducir al joven detenido empleó técnicas de defensa personal. Foto: M.F.

Todo pudo concluir peor de lo que acabó, con dos jóvenes residentes de la isla atendidos en Urgencias de Can Misses al mediodía de ayer. Uno, con heridas, que en principio, no revestían gravedad y el otro con distintas lesiones tras terminar agrediendo a la policía en medio de un supuesto ataque de paranoia que obligó a reducirle antes de proceder a su detención y trasladarle a Comisaría. Momentos antes estos dos jóvenes, identificados como D.S y R.P., eran vistos juntos en la Avenida Ocho de Agosto de Eivissa, frente a la puerta de una conocida discoteca de la zona, mientras los conductores hacían esfuerzos y maniobras por esquivarles.

Uno de los implicados, al parecer, fue arrollado por el otro, que vio como éste supuestamente se abalanzaba contra su vehículo. Así lo había hecho antes con varios coches y furgonetas, además de un camión volquete, lances de los que hasta ese instante había salido inesperadamente indemne, según explicó un testigo presencial. Otras fuentes, sin embargo, apuntaron en el lugar de los hechos a que ambos estaban invadiendo la carretera antes del atropello.

Los hechos ocurrieron poco después de las once de la mañana. Varias personas dieron a este periódico la misma versión de los acontecimientos. Según estas fuentes, al menos un joven estaba causando claro riesgo al tráfico con su conducta hasta que fue arrollado. Dos personas que se hallaban en la Avenida Ocho de Agosto comentaron a este periódico que uno de los chicos sí evidenciaba signos de ir bebido o preso de algún alucinógeno, siempre según esta versión. El 061 recibió el aviso de un atropello a las once y cuarto de la mañana. Al tiempo, se movilizaban unidades del Cuerpo Nacional de Policía y posteriormente de la Policía Local que acudieron en apoyo de los primeros.

La emergencia se convirtió de pronto en un accidente inusual. Uno de los jóvenes, mientras el otro era atendido sanitariamente, dio muestras de una gran excitación nerviosa. A la llegada de los coches patrullas, la emprendió a golpes y patadas con quien se le acercaba. Un policía logró reducirle, no sin antes recibir varios impactos que le causaron contusiones y sufrir rasgaduras en su uniforme. Su arresto tuvo lugar cuando agentes de la Policía Local, a su vez, reforzaban la actuación y comenzaban a regular el tráfico hasta recuperarse la normalidad.