La víctima vivía en este edificio de Sant Antoni con su hermano. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

Perry L.D., un hombre de color y de 42 años de edad y tercer británico que quedaba por detener por el caso del senegalés que cayó de un sexto piso el pasado jueves del edificio el Faro de Sant Antoni, fue sorprendido en la madrugada de ayer cuando se hallaba en el interior de un coche. Agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil, servicio reforzado en los últimos días en Eivissa por un grupo de Mallorca, dieron con él en Sant Antoni tras intensas gestiones que se han llevado a cabo sin descanso en toda la isla. Anteanoche, incluso, a punto estuvieron de sorprenderlo en Platja d'en Bossa tras haberse logrado su plena identificación en una investigación que ha sido muy compleja.

De los tres ingleses que irrumpieron en domicilio donde vivía la víctima, ha sido el único que, según todos los indicios, ha intentado ocultarse. Ayer tarde fue puesto a disposición judicial y al cierre de esta edición estaba previsto su ingreso en prisión. Perry L.D. es un habitual de Sant Antoni durante los veranos y está considerado como, presuntamente, uno de los principales mediadores del tráfico de estupefacientes entre los turistas británicos, según las pesquisas policiales que se han realizado con motivo de este caso. Todo indica que éste se apoyó de los otros dos detenidos para intentar cobrar el dinero que supuestamente le debía M.D., el senegalés de 32 años que ayer seguía en estado muy grave en la Policlínica del Rosario y al que también se le ha relacionado con la venta ambulante y con el comercio de drogas.

Los otros dos detenidos, acusados también de lesiones graves y amenazas de muerte con arma blanca, no presentaron tantas dificultades para su localización. Ninguno de ellos se escondió. Como si no hubiera ocurrido nada, continuaron frecuentando la calle Santa Inés, lugar donde se les reconoció después de que la unidad de Policía Judicial pudiera cerciorarse de sus identidades. Las averiguaciones realizadas en las horas siguientes a la caída del senegalés sirvieron para aclarar que ambos, por su corpulencia, había actuado supuestamente de «matones» para Perry L.D.

Los tres irrumpieron en el domicilio del senegalés M.D. y de su hermano con ánimo intimidatorio. Allí -siempre según esta hipótesis- se produjo una fuerte discusión y, en un momento, uno de los asaltantes cogió un cuchillo de cocina de la casa y amenazó. La Guardia Civil ha encontrado en el domicilio dicha arma. Todos ellos han reconocido abiertamente que la noche del jueves visitaron el sexto piso del edificio El Faro, pero nadie, ni siquiera el hermano de la víctima, ha dado algún dato claro que acredite que hubiera un empujón fatal para M.D. Sin embargo, la investigación judicial, con la medida cautelas de prisión preventiva para los detenidos, ha optado por esperar a las pruebas testificales que se van a llevar a cabo para aclarar todos los pormenores.