Imagen del balcón desde el que el joven se precipitó al vacío en Sant Antoni. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

Los dos británicos que fueron detenidos la noche del pasado viernes por la Guardia Civil por su posible implicación en la caída de M.D., un ciudadano senegalés, desde un sexto piso en el edificio El Faro de Sant Antoni pasaron ayer por la tarde a disposición judicial, donde la fiscalía solicitó su ingreso en prisión. Según pudo saber este periódico, la fiscalía no tiene la certeza absoluta de que la víctima cayera al vacío por un accidente, ya que, al parecer, tres británicos irrumpieron en el apartamento -uno de ellos armado con un cuchillo- amenazando a sus ocupantes. El juez, al cierre de esta edición, aún no había determinado si los dos súbditos británicos ingresarían en la cárcel preventivamente.

Por otra parte, los investigadores prosiguen la búsqueda del tercer inglés, según parece mulato, que supuestamente entró en el apartamento y que, de momento, se encuentra en paradero desconocido. La espera en la detención de esta tercera persona es otro de los argumentos esgrimidos por la fiscalía para poder determinar finalmente qué sucedió aquella noche en el inmueble de Sant Antoni. M.D., tras precipitarse desde veinte metros de altura, sufrió traumatismo craneoencefálico muy grave y fracturas de pelvis, columna, pierna y brazo. El joven también presentaba diversas roturas faciales.

Las primeras hipótesis barajadas por los investigadores de la Guardia Civil apuntan a que la disputa ocurrió por un tema relacionado con el tráfico de estupefacientes en la zona de Sant Antoni. M.D., del que se sospecha que debía dinero a los asaltantes por asuntos de tráfico de drogas, pudo haber caído desde el sexto piso cuando, presa del pánico, intentaba huir por el balcón, aunque en ningún momento se ha descartado el que pudiera haber existido algún forcejeo o empujón que le precipitara contra el suelo. Las investigaciones realizadas hasta el momento también apuntan a que los agresores y la víctima llegaron a compartir el apartamento. La víctima vivía en el apartamento junto a su hermano, quien, a la llegada de los efectivos de la Guardia Civil, intentó huir asustado arrojándose al mar.