Gritos, carreras por las escaleras, golpes por las puertas y sobre todo mucha tensión entre algún que otro ataque de nervios. Así transcurrieron los primeros minutos en el número 15 de Vara de Rey instantes después de que un vecino fuera avisado y solidariamente corriera puerta por puerta para que todo el mundo saliera. La rapidez con la que se desarrollaron las llamas y el humo provocó que esta misma persona no pudiera acudir luego en ayuda de su mujer y de dos personas de edad avanzada que residían con él en uno de los pisos superiores.

«Una humareda ha inundado el edificio enseguida y no ha dado tiempo ha nada», explicaba uno de los moradores del inmueble. «El vecino que ha golpeado las puertas ha hecho todo lo posible por subir, pero el humo negro no le dejaba avanzar. Han sido momentos de gran nerviosismo. Las tres mujeres salieron al balcón y con gritos comenzaron a pedir ayuda», explicó otro de los vecinos conocedores del caso. Varios momentos de intranquilidad se vivieron por situaciones similares.

Todos fueron tranquilizándose poco a poco. A la una de la mañana se reguló la subida, pero los daños han sido considerables en la escalera y el ascensor. Otros dos pisos quedaron muy afectados. «El suelo del piso de mi madre tiembla y amenaza derrumbe. Ha tenido que venir a mi casa», explicó ayer tarde otro de los afectados.